¿Te imaginas que en tu país existiera un muro que dividiera la población con unas ideologías en un lado y justo en el otro lado la población con ideologías contrarias? Pues bien, esta idea tan abstracta e incoherente se puede atribuir a lo que fue aproximadamente desde finales de la década de 1940 hasta principios de la década de 1990, el Telón de Acero. También conocido como "la Cortina de Hierro", tuvo su inicio como término en un discurso pronunciado por el Primer Ministro Británico Winston Churchill en un discurso en el que quería transmitir con este concepto la división ideológica y política que surgió entre naciones occidentales democráticas y los países comunistas liderados por la Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial. Con "acero "el ministro quiso transmitir opacidad, solidez, falta de transparencia y la imposibilidad de cruzar de un lado a otro tanto física como ideológicamente.
Por otro lado hay fuentes que confirman que este término fue locutado por primera vez por el ministro de propaganda del tercer Reich Joseph Goebbels. Pero el caso, no es que lo dijera uno antes que el otro, sino que personas como estas con poder tenían asimilado esta división, sin pensar antes en la población que se supone que representan, un acto atroz totalmente impensable en la sociedad actual, o sí porque como muchos investigadores reconocen el enfrentamiento actual entre Occidente y Rusia puede llegar a resurgir esa Guerra Fría. Pues bien, es espeluznante el sentimiento tan frío que pueden llevar por dentro personas como Vladímir Putin que por simples intereses políticos son capaces de destruir hogares, ciudades y países como está pasando en Ucrania y que si miramos hacía atrás, sólo han traído más problemas al mundo y aún más divisiones.
En resumen, cuando una guerra tiene lugar o los altos cargos políticos toman decisiones estratégicas, los seres humanos nos olvidamos de lo que nos une por naturaleza y nos encerramos en nuestra opinión política ideológica, sin pensar que a otro lado de la trinchera se puede encontrar mi compañero de trabajo e incluso mi hermano. El Telón de Acero no aportó nada positivo a nuestra sociedad, sólo es considerado como una representación de una época de divisiones y tensiones, aunque su eventual caída y las lecciones aprendidas contribuyeron a la evolución de la sociedad global hacia un enfoque más orientado a la paz y la cooperación.
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